Autor: Henri Matisse ( 1869-1954)
Datación: 1902
Técnica: Óleo
Soporte: Lienzo
Dimensiones: 46x54,50 cm
Museo Thyssen Bornemizsa. Madrid
La elección de esta obra de Henri Matisse, se debe entre otros motivos,
porque nos sirve de enlace entre el s.XIX y el s. XX, podemos decir que se encuentra en un pre-momento o en
los albores del inicio de una de las primeras vanguardias.
Las flores amarillas, es una obra de los comienzos artísticos de Henri Matisse, cuando para él, las naturalezas muertas desempeñaban un papel fundamental, se trata de una obra de principios de siglo y aun apreciamos cierta influencia impresionista, su pintura que lo convertiría en el más deslumbrante colorista, atravesaba una etapa más bien sombría en el momento de realizar la obra, diferentes problemas personales y familiares, la influencia de los nabi y otros factores hicieron que su paleta de colores se ensombreciera y que sus composiciones se simplificaran.
Durante ese año (1902), el artista realizo una serie de composiciones florales. Se trataba de sencillos ramos, de flores poco especiales, pintados con colores apagados que recordaban su paleta de juventud, y que quizás reflejaban su estado de ánimo.
Sin embargo, introduce innovaciones que hacen que esta obra pueda relacionarse con el fauvismo, una de las primeras vanguardias (tendencia plástica que seguía las experiencias entorno al color del postimpresionismo), la imagen duplicada en el espejo de este florero y el color amarillo de las flores, produce una sensación de energía cromática que es el anuncio de sus obras fauves, donde prima el color.
Las primeras obras puramente fauvistas de este pintor son ya de 1905, tres años después de la creación de Flores Amarillas, pinturas ya con un cromatismo exacerbado, esta tendencia se caracteriza por el culto y la exaltación del color, la pintura se renueva y se valora el color sobre la forma, en Flores Amarillas, aun, no se aprecia la superficie fragmentada por planos encontrados y contrapuestos de color, que caracteriza a los fauvistas y muy especialmente a Matisse, uno de los creadores de dicha tendencia, sin embargo, a pesar de la paleta empleada de colores tan oscuros que hace tan distinta esta obra de las ya pertenecientes al fauvismo, el artista empieza ensayar con distintos planos, el espejo ayuda a que se produzca este doble plano y en cierto sentido hallamos el origen de la fragmentación en ese reflejo.
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